El hincha danubiano Diego Rodríguez se transformó en un jugador más durante uno de los entrenamientos del mes de diciembre.
Diego fue el ganador del segundo premio del bono colaboración organizado por el plantel, el cual consistía en "compartir un día con los jugadores".
Por esta razón asistió al entrenamiento matutino, cumpliendo con toda la rutina de los jugadores, y el fin de semana siguiente almorzó en el hotel de la concentración en la previa al partido y fue hacia el estadio en el ómnibus del plantel.
"Fue espectacular. El que no es futbolero capaz que no lo entiende, pero estar con los muchachos practicando es soñado", comentó Diego.
"Los jugadores unos crácks, todos, menos Agustín Viana que me pegó un codazo", dijo entre risas.