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HISTORIA

A 10 años de un taquito inolvidable

Este 15 de diciembre se cumplen 10 años de la consagración de Danubio en la hora y de taquito como Campeón Uruguayo 2004. Fotos.

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Como la primera vez

La segunda consagración en el Campeonato Uruguayo, aún sin tener la “magia” que tuvo la de 1988 por su carácter de inédita, fue ruidosamente festejada por el pueblo danubiano como aquella obtenida por los dirigidos por Ildo Maneiro.

Contribuyeron para tal algarabía la espectacular victoria en la finalísima, así como también la injusta forma de definición que preveía el campeonato. El insólito reglamento podía dejar a Danubio sin título pese a ser el mejor equipo del año, habiendo ganado dos de los tres torneos disputados y obtenido con holgura la Tabla Anual.

Un traspié en las finales podía borrar la brillante campaña desplegada durante todo el año. Para colmo, en la primera final Danubio comenzó ganand, pero finalmente cayó derrotado por amplia diferencia. 

Con diez, en la hora y de taquito

La obtención de aquel Campeonato Uruguayo de 2004 fue bastante “sufrida” y en todos los terrenos…

Danubio ganó el Torneo Clausura y debió ir a finales con Nacional, ganador del Apertura, con el antecedente que hasta ese momento ningún equipo de los denominados grandes había caído en una final por Campeonato Uruguayo. Para colmo, en la primera final los dirigidos por Gerardo Pelusso fueron goleados; y el título recién llegó en los minutos de descuento de la segunda final, cuando los danubianos estaban con diez hombres, con un gol de taquito de Diego Perrone.

Esto en la faz deportiva, pero también hubo que lidiar en las oficinas de la AUF, pues la delegación de Nacional intentó modificar (por todos los medios) el reglamento que otorgaba ventaja a Danubio en la finales por ser el ganador de la Tabla Anual. Incluso desde la secretaria de prensa del órgano rector del fútbol uruguayo se envió vía mail  a los diferentes medios de prensa, el reglamento del torneo (¿casualmente?) sin el extracto donde se hacía referencia a la ventaja que se le otorgaba al ganador de la Tabla Anual. Cabe consignar además que los periodistas de reconocida filiación danubiana no recibieron el “nuevo reglamento”.

Los danubianos se habían apoderado del Clasificatorio y conseguido retornar a la Copa Libertadores luego de muchos años de ausencia, pero la historia del club exigía intentar dar un paso más. Así lo entendieron y se comprometieron todos, cuerpo Técnico, jugadores y dirigentes. 

A poco menos de un mes de regresar de una gira por Italia en la cual obtuvo los trofeos, “IV Memorial Massimino” y “I Team Estate” (Italia) 2004, comenzó el Torneo Apertura. 

Pese a perder, a sus dos mejores delanteros, Juan Manuel Olivera y Walter Guglielmone, el cuerpo técnico logró mantener la motivación de los futbolistas que ya habían abrazado un objetivo e hicieron una gran campaña en el Apertura, perdiendo un solo partido. Finalizaron en el tercer lugar de la tabla de posiciones, aunque mantuvo posibilidades de campeonar hasta la última fecha. Con esta ubicación y con el primer puesto en el Clasificatorio, Danubio quedaba muy bien posicionado para la Tabla Anual, que daba importantes ventajas a la hora de dirimir el título del “Uruguayo”. 

Sin especular ganó el Clausura 2004

Parte de la prensa y afición entendía que si Danubio era el ganador de la Tabla Anual, era más conveniente que cualquier equipo ganara el Clausura, así los franjeados esperaban descansados mientras Nacional y ese “otro” equipo se desgastaban en dos semifinales.

Pero históricamente Danubio jamás actuó así y esta vez no fue la excepción. Se adueñó del Clausura, de punta a punta con un arranque demoledor con cinco victorias consecutivas. Recién cayó cuando se aseguró la Tabla Anual y Pelusso rotó el plantel pensando en las finales. En ese momento dirigencia y Cuerpo Técnico volvieron a ser objetos de críticas y sospechas, pero el tiempo desacreditaría a los incrédulos. Los danubianos empataron con Defensor, rival por el título, derrotaron a Liverpool y con todos los titulares vapulearon a Peñarol con un categórico 5 a 1 y ganaron el torneo.

¡Soñado!

En la segunda final, los jugadores danubianos tuvieron que encarar el partido cargando con el peso no solo de la derrota sufrida apenas tres días antes sino también con los fracasos de los anteriores equipos. La generalizada idea era que ésta era la oportunidad de Danubio, pues si no obtenía la victoria en su Estadio y con su gente, no sería capaz de hacerlo con otras circunstancias.

El partido fue dramático, angustiante y Danubio con sus armas buscó la victoria por todos los medios posibles... pero el gol no llegaba. Cuando la desazón se apoderaba de todos los danubianos presentes en Jardines y el reloj transcurría en tiempo de recuperación, con 10 hombres por expulsión de Guillermo Rodríguez, forzó un corner. Juan Salgueiro lo cobró, Ignacio Risso ubicado en el vértice izquierdo del área, cabeceó y a pocos centímetros del arco, Diego Perrone, uno  de los máximos goleadores históricos del club, metió el taco para el gol increíble. Perrone, que desde este momento, pasó a ser el “Diego de la gente”, corrió con la boca llena de gol, la camiseta en el puño derecho y se trepó a lo más alto del tejido de la tribuna cabecera local.

Nacional alcanzó a mover de la mitad de la cancha y a levantar un centro al área que Luis Barbat aprisionó con sus manos y las de todos los hinchas franjeados. Roberto Silvera pitó el final y la cancha de Jardines fue invadida por el pueblo danubiano. Casi unánimemente querían llevarse un pedazo del césped del arco donde ingresó la pelota que significó el agónico triunfo.

La hinchada y los jugadores que tres días antes se habían ido llorando de bronca del Estadio Centenario, tras el taco de Perrone, ahora lloraban de alegría en el -desde ahora- mítico Jardines del Hipódromo.

Los futbolistas dieron una gran lección a todos los incrédulos y mal intencionados que decían que no tenían fibra, que “arrugaban” en las finales.

DANUBIO 1-0 NACIONAL

Miércoles 15 de diciembre de 2004. Estadio Jardines del Hipódromo. 

Jueces: Roberto Silvera, Marcelo Gadea y Antonio Braga.

DANUBIO: Luis Barbat, Luciano Barbosa, Jadson Viera, Guillermo Rodríguez, Pablo Lima (56’ Walt Báez), Diego Rariz (61’ Jorge Artigas), Omar Pouso, Walter Gargano, Ignacio González (75’ Diego Perrone), Juan Salgueiro, Ignacio Risso. DT: Gerardo Pelusso. Suplentes: Michel Etulain, Ribaír Rodríguez, Jorge Anchén y Juan Manuel Ortíz.

NACIONAL: Sebastián Viera, Federico Rariz (69’ Fernando Machado), Carlos Valdez, Alejandro Cichero, Ignacio La Luz, Gustavo Méndez, Oscar Morales, Sebastián Eguren, Martín Ligüera, Alexander Medina (69’ Sebastián Abreu), Gonzalo Castro (79’ Juan Albín). DT: Hugo De León. Suplentes: Jorge Bava, Alberto Silva, Fabián Coelho y Luis Romero.

GOL: 47 minutos y 34 segundos Perrone (se habían adicionado 3 minutos).

EXPULSADO: 83’ G. Rodríguez (D).

Plantel (Apertura y Clausura)

Damián Álvarez, Jorge Anchén, Jorge Artigas, Walt Báez, Luis Barbat, Luciano Barbosa,Ruben Da Silva, Michael Etulain,  Sandro Franco, Walter Gargano, Jorge García, Ignacio González, Carlos Grosnile, Gonzalo Gutiérrez, Pablo Lima, Damián Malrrechauffe, Juan Manuel Ortíz, Diego Perrone, Omar Pouso,  Diego Rariz, Ignacio Risso, Guillermo Rodríguez, Ribair Rodríguez, Sergio Rodríguez, Juan Salgueiro, Bruno Silva, CristhianStuani, Jadson Viera.

Directiva 2004

Arturo Del Campo, Hugo Sebastiani, Horacio Martinelli, Gastón Mousqués, ArminakTavokjián, Fernando Carreño, Oscar Duque, Fernando De Pablo, Washington Silva, Daniel Lindner y Raúl Mauro. Delegados: Héctor Del Campo (h), Aníbal Rey Bozzolo y Washington Sebastiani. Comisión Fiscal: Milton Pérez, Antonio Díaz e Inés Pereyra.

Por el “cuadrangular”

Tomando en cuenta los torneos Clasificatorio, Apertura, Clausura y las finales por el Campeonato Uruguayo, por el “cuadrangular” que componen Danubio, Defensor Sp., Peñarol y Nacional, los franjeados jugaron un total de 11 partidos, ganaron 8, empataron 2 y solo cayeron en 1.

Pelusso utilizó 30 jugadores

El técnico puso en cancha a 30 futbolistas durante todo el año. Dos de ellos fueron arqueros, Luis Barbat y Sandro Franco. Jadson Viera, fue el único que no faltó a ningún partido, jugó los 39 cotejos del año incluyendo los dos de la Copa Sudamericana.

24 partidos invicto

Sumando el Torneo Clasificatorio y  las primeras 7 fechas del Apertura, Danubio se mantuvo invicto durante 24 partidos consecutivos; el más largo en la historia del club.

Jardines inexpugnable

Entre 2000 y 2004, en su estadio, Danubio jugó 64 partidos, de los cuales ganó 48, empató 9 y perdió 7. En la temporada 2004 no perdió ninguno: jugó 19, ganó 16 y empató los 3 restantes.

Ganó el 76% de los puntos

En la actividad local durante toda la temporada 2004, solo perdió 3 partidos, con Liverpool en el Apertura, Rentistas en el Clausura y Nacional en la primera final.

Promedio de goles: 1,68

En 37 partidos Danubio convirtió 62 goles y fue uno de los más efectivos en el arco rival con un promedio de 1,68 por partido. El goleador de toda la temporada fue Ignacio Risso, quien convirtió 11 goles en 23 partidos; lo siguieron: Juan M. Olivera 8 goles en 15 partidos, Walter Guglielmone 7 tantos en 15 partidos y Juan Salgueiro también con 7 anotaciones pero en 23 partidos.

0,70 goles en contra

Con un gol cada dos partidos, el equipo de Pelusso logró una envidiable actuación defensiva. En 37 cotejos recibió solamente 26 tantos, siendo el arco menos vencido.

Una lucha desigual

El histórico 15 de diciembre 2004 quedará marcado a fuego porque fue cuando se rompió la tradición. Por primera vez un chico le ganó la final del “Uruguayo” a un grande, y por si fuera poco, la leyenda recogerá que le ganó con un hombre menos, y con un gol de taquito y en la hora. Nunca antes un grande había perdido una final ante un chico.

Además, en series mano a mano por finales y también por copas, sólo había un antecedente de un chico superando a un grande y había sido Danubio contra Nacional en la Libertadores de 1989.

Casualmente, nueve años después, otro 15 de diciembre (2013) vio a Danubio levantar una nueva copa, en el Estadio Casto Martínez Laguarda de San José, los franjeados se alzaron con el Torneo Apertura 2013. 

Por Anibal Rey Bozzolo