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MARCELO TABÁREZ

"Me verán volver"

Entrevista. Marcelo Tabárez recibió el alta clínica tras cuatro meses de quimioterapia.

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Marcelo, contanos cómo estás y cómo continúa tu recuperación tras finalizar la quimioterapia.

Estoy feliz de la vida, estas cosas que pasan te abren una puerta que por ahí en la vida, en la rutina, no conocés, y cuando pasan este tipo de cosas empezás a valorar de otra manera. 

El jueves 13 de agosto tengo consulta con el oncólogo y ahí vamos a ver qué idea tiene de cómo seguimos con esto. 

Mi fortaleza es saber que ya no tengo más quimioterapia y cada vez falta menos para volver a la normalidad, que es lo que realmente quiero, no solo volver a jugar al fútbol si no que volver a hacer vida normal: ir a un cine, salir a un shopping, andar en ómnibus, cosas cotidianas que por precaución no hago desde que arranqué con todo esto.

¿Cómo fue el proceso de recuperación?

Fueron cuatro meses. Me detectaron el tumor el 13 de abril. Lo primero fue la operación en la cual me extrajeron el testiculo derecho, luego vino la primera consulta con el oncólogo en la cual me comunicó los pasos a seguir para la sanación. A la semana arranqué con la quimioterapia que fue el 27 de abril.

La quimioterapia constaba de cuatro sesiones en cuatro meses, o sea, una sesión por mes. La primera semana de cada mes eran cinco días seguidos de tres horas diarias más o menos, que es cuando el tratamiento más le pega al organismo sintiendo náuseas, vómitos, cansancio, como que te saca la fuerza.

Las primeras dos sesiones de cinco días seguidos las llevé bastante bien porque me agarraba fuerte, yo estaba entrenando hasta dos semanas antes de arrancar entonces no las sentí tanto, pero las últimas dos sí me costaron bastante, pero yo tenía la fuerza y tranquilidad de que si pasaba esos cinco días después venía un afloje en cuanto a medicaciones. Era una motivación que yo tenía para tratar de ponerle la mejor onda aunque a veces no era suficiente y ahí es cuando entraban mis bastiones, mi fuerza, mis cables a tierra que son mis padres, y levantaba la cabeza y le seguía dando nomás.

Las siguientes semanas del mes me tocaba medicación los lunes, llegaba a la Asociación Española y me tenía que hacer un hemograma para ver cómo estaban los niveles de la sangre: si estaban en orden hacía la quimioterapia, si no salían bien los resultados me daban unas vacunas para lunes y martes para poner en orden todo lo que se pudiera los niveles de sangre y volvía el jueves, me hacían otro hemograma para ver los niveles de sangre y ahí sí me hacían la quimioterapia, que era menos agresiva que la de los cinco días seguidos. La ultima semana del mes tenía consulta con el oncólogo, veíamos cómo veníamos y me recetaba el mes siguiente.

¿Qué pensaste cuando todo el plantel se rapó la cabeza para apoyarte?

Sinceramente no me sorprendió. No me lo esperaba pero luego de que se comenzaron a pelar algunos yo sabía que todos iban a querer estar conmigo, y así fue una fuerza por demás lo que me hicieron sentir. 

Yo estoy agradecido de haber formado parte de ese plantel, les debo mucho más de lo que los gurises se imaginan, por eso es q tenemos esta gran relación con cada uno de mis compañeros. Tengo amigos de la vida también en el plantel y eso ayudó muchísimo, el cuerpo técnico también me apoyó muchísimo, la gente de sanidad también estuvo conmigo en todo momento, dirigentes y sobre todo los hinchas que siempre me hicieron sentir protegido por mensajes en Facebook, por mensajes a mi celular, por llamadas, la verdad es que toda la gente que estuvo conmigo me facilitó las cosas enormemente. 

No me quiero olvidar de nadie porque ahora es cuando uno mira para atrás y se da cuenta todo lo que la gente se movilizó para tratar de estar conmigo de una manera u otra.

Contanos cómo influyó el apoyo de jugadores que pasaron por situaciones similares, como Sebastián Ariosa y Jonás Gutiérrez.

Eso sí no me lo esperaba. Son cosas que tiene el fútbol que lo hacen ser el deporte que uno ama.

Jonas Gutiérrez llamándome a mí... A lo primero no lo podía creer pero luego de hablar un par de veces con él vi la sencillez que tenía y me sirvió de mucho porque había pasado por lo mismo que yo y me dijo que no iba a pasar nada malo, que de esta salía, que no iba a ser fácil pero que iba a estar todo bien. Son testimonios que te dejan mucho más tranquilo. 

Lo de Ariosa fue algo emocionante. Me fue a visitar a la Española. Verlo con las ganas que lo vi, con la fuerza mental que tiene, me hizo muy bien. 

Aparte en esos días me estaba empezando a preguntar cosas como "¿por qué me pasa esto a mí?" o "¿que hice para merecer esto?", que es lo que uno generalmente se pregunta cuando le pasan cosas malas, pero me cambió el punto de vista radicalmente, por eso estoy agradecido a él, a Jonás y a muchísimos jugadores uruguayos que seria injusto comenzar a nombrar porque capaz de alguno me olvido y no estaría bueno. Nombro a Sebastián Ariosa y a Jonás Gutiérrez porque pasaron por algo similar o tuvieron que luchar con un cáncer pero no me quiero olvidar de los uruguayos y de todas partes porque me hicieron sentir querido que es fundamental.

¿Quiénes te dieron más fuerza en los momentos complicados?

Mi familia, mis padres Alejandro y Alejandra, mi hermano Matías, mi novia Yesica, que me tuvieron que aguantar los 120 días, algunos más difíciles que otros pero nunca aflojaron ni un poquito ni me dejaron a mí aflojar.

Mi abuela, mi madrina, la Cata, mis primos y tíos, la familia Vilaró, a la familia Oliva Maidana, mis suegros, mis amigos Tito Formiliano, Gabi De León, Nachito González, Pachi Santurio, mi representante y su gente, toda la banda de Danubio, compañeros, cuerpo técnico, sanidad, útileros, dirigentes, la gente que siempre se hizo sentir, las enfermeras, los periodistas, y en especial a Dios que me dio una segunda oportunidad. ¡GRACIAS A TODOS, si Dios quiere me verán volver!